martes, 6 de diciembre de 2016

El artículo científico

ARTÍCULOS Y SUS CARACTERÍSTICAS

El título de unas de las 3 primeras lecturas es “Cómo escribir y publicar trabajos científicos”. A pesar de que el enunciado parece sencillo, con estas lecturas te das cuenta el proceso complejo que conlleva y el por qué de tantos meses de trabajo para escribir 7 hojas de Word… Hasta que uno no lo vive de primera mano es difícil de entender. Es cierto que, a pesar que los resultados de una investigación sean fascinantes, si no son relatados y publicados caen en el más profundo olvido. Como comentamos en clase, muchos pensadores han quedado en el anonimato mientras que otros se han beneficiado de sus ideas y hoy en día son “héroes de la ciencia”. El objetivo de un paper, como bien se enuncia en las lecturas, no es crear algo literario que deslumbre por su bello léxico. Uno de los principales objetivos del artículo científico, es dentro de la complejidad metodológica que rodea a la metodología de la investigación, transmitir los conocimientos de forma práctica y clara pero utilizando un lenguaje técnico… ¿Y por qué debe realizarse de esa manera? Porque probablemente el artículo se publique en una revista científica indexada consultada por especialistas en esa materia que traten de buscar ideas para futuros proyectos de investigación propios, o simplemente quieran aprender y aumentar conocimientos al respecto. Hasta no haber leído las lecturas de esta actividad, no me había percatado del gran avance que supuso la imprenta en el avance de la ciencia para la transmisión de conocimientos. El hecho de pensar que si no fuera por ello, estaríamos todos los investigadores empezando de cero, me produce quebraderos de cabeza…

Es cierto que la ciencia debe tener un carácter divulgativo para poder avanzar hacia nuevas metas y progresar en la evolución científica. A pesar de ello, yo como investigador joven inexperto, en muchas ocasiones he encontrado barreras para obtener papers debido a las frecuentes revistas de pago que impiden acceder a sus artículos. Supone una paradoja… Si el conocimiento científico es creado para no quedar encerrado en un armario… ¿Por qué se tiene que pagar para poder adquirir esas publicaciones? El sentimiento de rabia que invade mi cuerpo en esos momentos es complicado de describir con pocas palabras.

Con respecto al “peer review”, el hecho de que tu trabajo antes de ser publicado pase por unos filtros me parece correcto. Sí que es verdad, que en muchas ocasiones no se comparten las recomendaciones y correcciones realizadas por los expertos y que puedan no ser justas, pero las emociones que produce el rechazo por parte de los revisores creo en ciertas ocasiones se basan en el miedo / rabia al rechazo de algo que nosotros hemos producido y que creemos que está mejor de lo que realmente está. En el caso de recibir la negativa por parte del editor, si en lugar de frustrarnos nos dedicaríamos a mejorar nuestro trabajo, el resultado final será aún más gratificante. Puede que el sistema “peer review” tenga sus defectos y complicaciones, pero no se me ocurre otro sistema mejor para poner filtros a las publicaciones…

¡Esto es todo por hoy! ¡Let the bodies hit the floor!


1 comentario:

  1. Interesante la reflexión que haces sobre "el precio del conocimiento", el hecho de que los papers sean de pago. Es un problema, y ahora está en la agenda de los organismos financiadores de la ciencia. De hecho en la UE ya es oblgatorio publicar en abierto todo resultado financiado con sus fondos (lo que no genera pocos problemas, por cierto).

    En cuanto al peer review, es algo muy positivo, claro, pero también tiene sus problemas... estos no están en la agenda de nadie por ahora.

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